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domingo, julio 18

recuerdos.

Dedicado a mi querida amiga Josefina Sarmiento
y a la memoria de mi adorada abuela.
De mis recuerdos de infancia, unos más bonitos que otros, felices y alegres algunos, y también algunos tristes, uno de los más dulces y con gran ternura, es cuando mi querida abuela materna se sentaba por las tardes a coser a mano unas colchas divinas de retazos de distintos colores, y yo me sentaba a su lado en mí silla (que todavía la conserva mí tia Rosario) para ver como me hacía unas muñecas de trapo espectaculares y que yo esperaba tranquila hasta que la terminaba y me la entregaba, yo me iba a jugar contenta con mí muñeca, después de darle un beso y un abrazo, para darle las gracias, una de éstas muñecas era una negra gordita, preciosa y con su boca pintada de rojo y con un vestido floreado, yo adoraba a mí negra y así la llamaba,mi negra María. El tiempo pasa y la vida sigue su curso, pero el pasado en cualquier momento, te vuelve , no volví a ver muñecas como aquellas, hasta que en febrero del 2007 fuí a Venezuela, mi querida tierra (vivo en España) y un domingo mí querida amiga Chepina me invitó a visitar el parador turístico El Portachuelo situado en Montalbán_ Carabobo, era una exposición de artesanía y en el taller Viento y Agua de una jóven llamada Marianela había cosas hermosas hechas por ella misma, de repente ví en un rincón, una cesta llena de muñecas de trapo y cuando me acerqué para tocarlas, ví una negra preciosa, la cogí y se me saltaron las lágrimas deemoción y no me podía contener, la jóven me preguntó si me sentía mal y cuando pude hablar ya que estaba perdida en mis recuerdos,les conté lo que sentí y fué cuando entonces Chepina compró la negra y me la regaló y me dió el más dulce de los abrazos, la jóven me dió las gracias por que vió que su trabajo me había hecho felíz ésto me ocurrió a los 71 años, les diré que la negra se llama María Alejandra, como consta en su etiqueta, la puse en la maleta con cuidado y viajó a España. Gracias a mi abuela por hacer las más hermosas muñecas de trapo, a mi mamá por enseñarme a cuidarlas y quererlas gracias mí querida Chepina por ese momentazo que me brindaste, un abrazo y un beso muy fuerte, te quiero.